Blog
BLOG
Opinión y análisis económico
LAS EMPRESAS ‘VERDES’ SUBIRÁN ESTE AÑO UN 33%, DIEZ PUNTOS MÁS QUE LAS ‘MARRONES’.
El índice que recoge a las cotizadas de renovables se desplomó un 26% en 2024. Esta tendencia no me sorprende en absoluto y, de hecho, la considero bastante previsible dado el contexto actual. Hay varios factores clave que están impulsando este crecimiento diferencial a favor de las empresas “verdes”.
En primer lugar, estamos viendo un cambio significativo en las políticas gubernamentales a nivel global. Desde el Acuerdo de París, y especialmente en los últimos años, los gobiernos han intensificado sus esfuerzos para combatir el cambio climático. Esto se traduce en regulaciones más estrictas para las industrias contaminantes y, al mismo tiempo, en incentivos sustanciales para las empresas que adoptan prácticas sostenibles. Por ejemplo, los paquetes de estímulo post-COVID en muchos países han puesto un énfasis especial en la “recuperación verde”.
Además, el mercado de capitales está experimentando una transformación. Los inversores, especialmente los institucionales, están cada vez más conscientes de los riesgos asociados con el cambio climático y están redirigiendo sus fondos hacia empresas con mejores credenciales ambientales. Esto no solo se debe a consideraciones éticas, sino también a la percepción de que las empresas ‘verdes’ están mejor posicionadas para el futuro a largo plazo.
Otro factor crucial es el cambio en las preferencias de los consumidores. La conciencia ambiental está en aumento, especialmente entre las generaciones más jóvenes. Esto se traduce en una mayor demanda de productos y servicios sostenibles, lo que naturalmente beneficia a las empresas “verdes”.
También hay que considerar el aspecto de la innovación tecnológica. Muchas empresas “verdes” están a la vanguardia en términos de desarrollo tecnológico, especialmente en áreas como energías renovables, almacenamiento de energía, y eficiencia energética. Estas innovaciones no solo mejoran su competitividad, sino que también abren nuevos mercados y oportunidades de crecimiento.
Por último, no podemos ignorar el factor de riesgo. Las empresas “marrones”, especialmente aquellas en industrias intensivas en carbono, enfrentan riesgos crecientes. Estos incluyen posibles “activos varados”, mayores costos operativos debido a regulaciones más estrictas, y una potencial pérdida de valor de marca.
Este diferencial de crecimiento del 33% para las empresas “verdes” frente al 23% de las “marrones” refleja una confluencia de factores regulatorios, financieros, de mercado y tecnológicos. Es un indicador claro de que la transición hacia una economía más sostenible no es solo una tendencia pasajera, sino un cambio estructural en nuestra economía global. Las empresas que no se adapten a esta nueva realidad corren el riesgo de quedarse atrás en los próximos años.